Estocolmo, la capital de Suecia

Sobre catorce islas diseminadas por el lago Mälaren, de cara al Báltico, se enclava Estocolmo. La bella capital de Suecia es conocida como la Venecia del norte.

Esto se debe a que más del 60% de su superficie son agua y espacios verdes. Su restante 40% está integrado por un patrimonio medieval único, recogido en la ciudad vieja, y por barrios con identidad propia.

La capital sueca es una urbe en la que la naturaleza, la calidad de vida y el disfrute van unidos, para resarcimiento de los espíritus más viajeros. Haz tus maletas, nos vamos de viaje a esta bonita ciudad escandinava.

Qué ver en Estocolmo

Gamla Stan: el corazón antiguo de Estocolmo

Gamla Stan, la ciudad vieja a partir de la cual nació Estocolmo en el siglo XIII, es el mejor punto para comenzar tu visita.

Está recorrida por un laberinto de callejuelas estrechas y empedradas, organizadas en torno a la popular plaza Stortorget, entre las que destacan la animada Västerlanggatan y Mårten Trotzigs Gränd, la más pequeña de Estocolmo.

Está adornada con joyas arquitectónicas de postal, como el Palacio Real, donde diariamente se hace el solemne cambio de guardia o el edificio del Ayuntamiento donde se celebra el banquete de gala de los Nobel.

Además está la catedral de San Nicolás, que acoge la celebración de las bodas de los miembros de la casa real sueca o la iglesia de Riddarholmen, que hace de panteón de los reyes suecos. También tiene especial interés la iglesia alemana.

City: Estocolmo en clave moderna

El barrio de City es el corazón de Estocolmo y representa a la perfección su parte más moderna. Aunque no tiene edificios especialmente significativos, merece una visita, sobre todo si quieres captar por completo la esencia de la capital sueca.

Está articulado en torno a la larga avenida Drottninggatan, jalonada de edificios modernos, comercios, centros comerciales y coquetas plazas.

En esta larga avenida también se encuentra la plaza Sergels Torg, que es la más céntrica y está presidida por un obelisco de cristal y una pintoresca fuente.

Arte en el metro de Estocolmo

La red de metro de Estocolmo constituye toda una galería de arte, ya que 90 de sus 110 estaciones están salpicadas de obras artísticas ideadas por más de 150 artistas, que hacen mucho más grata la espera.

Las más destacadas son las de T-Centralen, que muestra azulejos y relieves de los años 50, y Arsenalsgatan, donde verás columnas y otros restos procedentes de excavaciones arqueológicas.

Hay muchas más y puedes verlas con una visita guiada o a tu aire. Lo único que necesitas es un billete de metro.

Hispetería en Södermalm

Al sur del lago Mälaren, justo en el otro lado de la ciudad, se encuentra la isla de Södermalm. Es la más grande de todas las islas holmienses; relajada e informal.

Está recorrida por calles anchas, repletas de casas rojas de madera y de grandes edificios de ladrillo, que son la mejor muestra de su pasado obrero.

En Söder, así lo llaman los locales, reina un ambiente bohemio, que constituye un imán para los más hípsters, y predominan los anticuarios, las joyerías y las tiendas de diseño vintage y nórdico.

Djurgården y Skeppsholhem: las islas de los museos y el turismo familiar

Djurgården se encuentra al este de Estocolmo y puede presumir de ser una de las islas más visitadas. No es para menos, alberga los museos y las atracciones más populares para los visitantes.

El más conocido es el Vasa, que guarda el único barco del siglo XVII que se conserva en su estado original.

El Skansen compite en popularidad y se lleva una buena parte de las visitas, sobre todo familiares. Es el museo al aire libre más antiguo de Estocolmo.